El lector opina: "Me rebela"

En Paraguay, una supuesta guerrilla compuesta por menos de 20 hombres pone en riesgo toda la seguridad nacional. En 1959, entre 300 y 500 hombres del movimiento guerrillero “14 de Mayo” ingresan al país y son neutralizados inmediatamente. 

El Frente Unido de Liberación Nacional (FULNA) no tuvo mejor suerte. No se tenían GPS ni imágenes satelitales y otras modernas herramientas como en la actualidad. Al hipotético “Ejército del Pueblo Paraguayo” (EPP), dos estados de excepción y otras maniobras militares no pudieron tumbarlo. ¿Qué es lo que impide eliminarlo? ¿Existe realmente? ¿O, tal vez, es mejor hacer creer su existencia para justificar otros intereses?

La guerra de la soja es la que produjo más víctimas sin constituir noticia, hizo desaparecer colonias paraguayas enteras donde hoy existen prósperas colonias y fazendas brasileñas violando nuestra soberanía. Es la guerra secreta de la cual nadie habla y que desde hoy te empezamos a contar en una aventura que nos llevará hasta los últimos montes de departamento de Concepción.

Hechos sorprendentes van saliendo a luz, guardados en secreto como plata yvyguy, durante un viaje lleno de peligros por la zona norte, para seguir las huellas del conflicto armado y la violencia desatada en Concepción. La cenicienta del norte (como la llaman) marginada y aislada por la dictadura stronista, hoy en tiempos de democracia sigue siendo castigada por el olvido y la marginación oficial.
Concepción siempre fue perseguida, en vez de desarrollo recibió de los sucesivos gobiernos represión, balas y miseria. Hoy la historia no es muy diferente, pese al paso de los años. Se yergue orgullosa, altiva y digna, cuna de resistencia antidictatorial, guarda en su seno una rica historia de lucha por la democracia. La indómita Concepción sigue viva, la que nunca se arrodilló ante la opresión. Bañada por el río Paraguay, conserva su belleza morena, llena de seducción y encanto para cualquier viajero, con sus antiguos edificios coloniales y nuevas edificaciones.

Hoy, invadida por grandes fazendas, sus habitantes siguen resistiendo a la extranjerización y la imposición del modelo de sojización. Un brasiguayo de Horqueta, José da Silva, me dice en el mercado: “Brasil está haciendo lo que hace Estados Unidos, expandiendo sus dominios. Me dibuja un mapa del Paraguay en la tierra y me señala toda la frontera que ya es brasileña, a nadie importa la Ley que establece que no pueden existir propiedades de extranjeros dentro de una franja de 50 kilómetros de la zona fronteriza, ni siquiera al Gobierno”.

“Bienvenido a otro estado do Brasil”, me expresa aquel hombre de piel tostada como mulato y con acento de migrante brasileño.

Eliodoro Jiménez (Publicado en ABC Color)

No hay comentarios: