Por Carlos Martinez
Me
enseñaron como debo ser, PERO NO ME DEJAN SER
Me
enseñaron la libertad del pensamiento, PERO NO ME PERMITEN DECIR LO QUE PIENSO
Me enseñaron
a escritores y héroes, PERO REPRIMEN MIS IDEALES
Me
enseñaron a ser respetuoso, PERO NO RESPETAN MIS IDEAS
Me
enseñaron que hay leyes, PERO SIEMPRE NO SON CUMPLIDAS
Me
enseñaron que tengo derechos, PERO NO ME PERMITEN RECLAMARLOS
Me
enseñaron a leer y escribir, PERO NO ME ENSEÑARON A EXPRESARME
Me
enseñaron normas y conducta, PERO SE OLVIDAN ELLOS(AS)DE CUMPLIRLAS
Me
enseñaron que debo de ser patriota, PERO OLVIDAN QUE LA PATRIA ESTA LLENAS DE COSAS
FORÁNEAS
Me
enseñaron A SER UNA MAQUINA QUE SOLO
REPITE ANTIGUAS REGLAS.
INCAPAZ
DE INNOVAR Y HACER NUEVAS REGLAS, PARA MEJORAR NUESTRO CONOCIMIENTO Y MEJORAR
NUESTRO PAÍS, HASTA AHORA TODO ES REPRESIÓN Y NO PREVENCION
En el CAMBALACHE de Enrique Santos Discepolo tiene tanta
vigencia en este siglo XXI, que no deja de ser una gran verdad, NUEVO RUMBO
quiere que nos ajustemos el cinto que vendrán mejores días; el PAPA quiere que
hagamos lío, hacemos y los tahachi nos caga a palos; el sueldo es una miseria
que ya está debajo de la tierra, y el pasaje y los artículos de primera
necesidad treparon a las nubes.
También hablan del AMOR al prójimo y solo chismean por el
prójimo, razón por demás tiene RICARDO ARJONA: y doña Carlota me poncho cien
pelotas, vivimos un mundo lleno de hipocresía, fantasía, mediocridad,
insolencia, petulancia, orgullo y soberbia, nos pasamos pidiendo cambio a los
demás y por casa nada, primero lo nuestro después los demás.
Pero como buen paraguayo, mba'e la porte, ipora ha nde
mba'eija eiko ipora avei, che vare'ante.