TENGAMOS EN CUENTA A LA DIABETES

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por una elevación de los niveles de glucemia (azúcar) en la sangre. 

Si esos niveles son muy altos o muy bajos pueden dar lugar a complicaciones agudas que hay que tratar de resolver de forma rápida. 

Los niveles de glucemia elevados y mantenidos durante mucho tiempo provocan daño en las arterias de todo el cuerpo, y a largo plazo deterioran y alteran diversos órganos, especialmente ojos, riñones, nervios, corazón y otros vasos sanguíneos. Existen básicamente dos tipos, la de tipo 1 y la de tipo 2, aunque también es frecuente verla en embarazadas.

En las fases iniciales de la enfermedad puede no haber síntomas de la diabetes.
Los síntomas de alerta, y más frecuentes cuando la enfermedad está plenamente desarrollada, son: poliuria (orinar mucho), pérdida de peso, polidipsia (tener mucha sed y beber mucho agua), reducción de la agudeza visual, cansancio y somnolencia.
El 80% de los pacientes con diabetes desarrollará una enfermedad cardiovascular. 

El riesgo de enfermedad cardiovascular se presenta 15 años antes en los pacientes diabéticos que en el resto de las personas, por lo que la diabetes mellitus reduce notablemente la esperanza de vida tanto en varones como en mujeres.

Entre las complicaciones de la diabetes están: Infarto de miocardio, ictus y trombosis cerebrales, Enfermedad vascular periférica; la diabetes es la causa más frecuente de amputación no traumática de miembros, Nefropatía diabética, que puede avanzar hasta insuficiencia renal, Retinopatía, que puede conducir a ceguera, Neuropatía diabética periférica

Tener en cuenta:

Si se descuida la alimentación y/o se incumple el tratamiento, el riesgo de complicaciones aumenta mucho.
Básicamente se han de evitar los alimentos con alto contenido en hidratos de carbono, sobre todo si son azúcares de absorción rápida (azúcar, pasteles y bollería, cremas pasteleras, mermeladas, tartas, helado, otros).

Se recomienda la dieta con abundancia de productos frescos de origen vegetal (frutas, verduras, cereales, patatas, frutos secos, etcétera), la escasez de productos ricos en azúcares refinados y carnes rojas, la presencia del aceite de oliva como la principal fuente de grasa, y la ingesta de queso, yogurt, pollo y pescado en cantidades moderadas, lo cual se considera una alimentación ideal.

Practicar ejercicio moderado, y adaptado a las posibilidades de cada individuo, es una excelente forma de mejorar el control de la diabetes.

NO OLVIDE: Consultar con su médico periódicamente para un buen control y asi evitar las complicaciones


“El envejecimiento de la población, el sedentarismo y la obesidad hacen que la diabetes esté aumentando en el mundo”

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