Y llegan las fiestas de fin de año...

Por Carlos Martinez

Y llega de a poquito las fiestas del ñemoco a nivel por doquier sin miramientos a nada.
Los accidentes de aquí para allá, quedando totalmente atrás aquello de una navidad en familia, y esto no es un chiste pero hace reír, porque vienen los llantos y el grito del pobrecito anga-co y buenoiteiva, ojehu chupe co'ambae anga pobrecito. Pero nadie vio que ese buenito o esa buenita no respetó la regla del tránsito vehicular, haciéndose mas grande que los profesionales que tienen mayor cuidado y con su vehículo extremadamente cuidado con los frenos casi a diez puntos, con el embrague igual con la aceleración de acuerdo a la necesidad que la pista donde va corriendo requiera, con un mantenimiento perfecto porque su vehículo debe de estar para competir, en cambio en la navidad y en el año nuevo de los concepceños se hace con vehículo que de freno, mba'eico pea, embrague empuja un poquitito, se va y se soltó el cabo, las cubiertas mas peladas que botellas, aceleración al máximo y para colmo levantado (los motociclistas) la rueda delantera, sin saber que a lo mejor la horquilla de su moto y los rulemanes aguantarían las proezas de sus conductores.
Destino final puestos de salud, hospital regional y otros con mayor suerte tiene que ir a Asunción, allí se inicia una odisea de flor y flor,no hay ambulancia, ah ya se consiguió la ambulancia, falta combustibles, e'ana, ha jahana karai fulano rendape, ya se consiguió el combustible gracias a la bondad de don ma'era.
Pero la odisea sigue, falta el viatico del conductor de la ambulancia y para la enfermera que acompaña al paciente con sus datos clínicos, para ser rápido gua'u en el centro asistencial capitalino, solo esto para tener en cuenta y cuidarse del trago largo en estas fiestas de recordación del nacimiento del niño Cristo y no sigamos creyendo que la luna es queso cuando vivimos como perejil en maceta o sardina en latas. 

Hasta la próxima.

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